EL AMOR

El amor no es envidioso, no siente malestar por los bienes de los demás. El amor no es jactancioso, no se presenta ante los demás con arrogancia El amor no busca su interés, antepone el bien de los demás al propio. El amor no se irrita, no pierde la calma, no guarda rencor, no es airado. El amor no lleva cuentas del mal, todo lo perdona, todo lo olvida. El amor no se alegra de la injusticia, se duele de toda desigualdad. El amor es paciente, todo lo aguanta, lo sobrelleva todo con serenidad. El amor es benigno, es amable, tranquilo, irradia bondad, se hace amar. El amor se alegra con la verdad. El amor todo lo excusa, disimula y justifica las ofensas recibidas. El amor todo lo cree, se fía de los demás, no piensa mal de nadie. El amor todo lo espera, el triunfo del bien, de la justicia y de la verdad. El amor todo lo soporta, no se deja batir por el mal ni por la desesperanza. El amor perdura a pesar de todo.
(Cor 13, 1-13)

viernes, 24 de junio de 2011

LA NOCHE, EL TIEMPO Y LA DISTANCIA

Por: Carlos Chen Arciniegas

Decolorando el atardecer con su manto oscuro,
cae la noche con la luna y sus estrellas,
la tenue brisa acaricia mi nostálgico ser,
inmerso en pensamientos distantes,
refugiados en el corazón embelesado.

El tiempo transcurre inmisericordemente,
abrumándome de silenciosos momentos,
testigos mudos de mis melancolías,
rememoración de ti en la lejanía,
efluvios de amor del alma enternecida,

Transita mi alma abatiendo los abismos,
amor profundo acortando los espacios,
en busca de la ternura de tu alma hermosa
del matiz de esperanza del mirar de tus ojos bellos,
de la dulzura del latir de tu precioso corazón.

Déjame entrar en tus silencios, llegar a tu alma,
permíteme ser pensamiento iluminar tu vida,
reflejarme en tu tierna mirada enternecer mi ser,
acariciar el cielo en la ternura de tu amor,
respuesta a las plegarias de mi alma.
(Del Libro Luna de Guarne)

martes, 21 de junio de 2011

NOCHE DE LLUVIA

Por: Carlos Chen Arciniegas

Llueve en esta silenciosa noche
de calladas tormentas de céfiro calmo,
mustio embeleso de inconclusos versos,
sonoros acordes de melancólica nostalgia.

Soledad aflorando en el alma abstraída,
sombra cubriendo al ser en aflicción,
diáspora de pensamientos en su tristeza,
sentimientos en convergencia al latir del corazón.

Añoranza de un querer en la distancia,
eterna ternura en la profundidad del alma,
dulzura infinita en el sosegado corazón,
inmerso afecto del sereno espíritu.

Evocandote con tu alma perennemente hermosa
de inagotable ternura, plagada de dulzura,
por cuyo querer late mi enternecido corazón,
en busca del mirar de esperanza de sus ojos bellos
y de la ternura del alma que hay tras ellos.
(Del Libro Luna de Guarne)